POR: Ing. Patricio Miller, Diplomado en Gerencia Estratégica de Marketing turístico, Especialización Superior en Historia.
La advocación a la Virgen del Río fue una de las mayores devociones que
tuvieron los cuencanos en el siglo anterior y que se ha perdido por varias
razones que no vienen al caso analizarlas, sino rescatarlas del peor pecado de
la humanidad EL OLVIDO. Tal vez se tienen que volver a recordar sucesos
históricos para que Cuenca y su ciudadanía recobren la gran devoción mariana que
existía en épocas anteriores, retomar y volver a celebrar antiguas tradiciones,
debe ser el compromiso de las autoridades rescatar la cultura e historia de una
ciudad que posee una gran riqueza tradicional.
Agradecemos al presidente de la Alianza Obrera Sr. Paúl Illescas que nos
facilitó la información y la bibliografía que a continuación la transcribimos
con el fin de recuperar la memoria histórica de nuestra ciudad.
La Virgen Inmaculada del Escudo de Cuenca
La insigne sociedad del taller católico, la “Alianza Obrera del Azuay”, escribe una de las páginas más inmortales de la Ciudad con la coronación diocesana de la devota imagen conocida y venerada en esta tierra, desde tiempo inmemorial, con el poético apelativo de la VIRGEN DEL RÍO, por haberse levantado su ermita a la margen del Tomebamba muy cerca al actual puente Centenario.
La insigne sociedad del taller católico, la “Alianza Obrera del Azuay”, escribe una de las páginas más inmortales de la Ciudad con la coronación diocesana de la devota imagen conocida y venerada en esta tierra, desde tiempo inmemorial, con el poético apelativo de la VIRGEN DEL RÍO, por haberse levantado su ermita a la margen del Tomebamba muy cerca al actual puente Centenario.
Esta imagen, podríamos decir, pertenece a la heráldica y escudo de Cuenca.
Valiosa opinión sostiene que la leyenda o inscripción PRIMERO DIOS Y DESPUÉS
VOZ, esta última palabra se refiere a la Virgen Santísima, porque el Marqués de
Cañete, Hurtado de Mendoza, en cuyo honor, pues ejercía entonces el virreinato
del Perú, los fundadores dieron el nombre de Cuenca, se pertenecía a la casa de
Santillana, que había adoptado esa cifra de armas en confesión y gloria de su fe
y culto a la Divina Emperatriz.
Y el misterio representando en dicha oleografía es el de la Concepción sin
mancha de María Santísima. Es ello seguro, no solamente por los símbolos que
adornan la airosa imagen, entre otros, la serpiente hollada por la planta que
predijo el versículo del Génesis, sino también por el origen franciscano del
cuadro.
La Orden Franciscana, entre todas las familias religiosas, tiene este
timbre de orgullo: desde San San Francisco de Asís, el Serafín de Nuestra Señora
de los Angeles, hasta Dunsio Escoto, el ángel de la teología áurea del
ministerio de la Inmaculada Concepción, los franciscanos formaron la guardia
angélical, si cabe la expresión, de Nuestra Señora y Madre en el esplendor de su
luz y gracia.
Luego, otro motivo de la imagen de la Virgen Santísima del Río para la
heráldica de la ciudad y diócesis de la Inmaculada, que bajo el patrocinio
litúrgico de este misterio se inauguró con su primer Obispo Monseñor Carrión y
Marfil, y a honra del mismo misterio inefable se construye la basílica de la
nueva Catedral. Según nos relata el ilustre Padre Jerves, a las plantas de la
Virgen del Río, celebró sus desposorios el prócer de la Independencia, Vásquez
de Novoa.
Hoy la imagen es venerada en la capilla de la “Alianza Obrera”. Los
trabajadores que forma esta falanje de brillantes ejecutorias en la vida social
y política de Cuenca, han querido coronar con diadema de oro las sienes de la
divina Reina.
Diríamos que la corona de la Reina de Cuenca debían celebrar los obreros,
más que quienesquiera otros. La Alianza ha logrado, no sólo para su hogar y
taller, sino para la ciudad y la comarca una de aquellas sonrisas con que la
celestial Señora iluminaba el humilde hogar y el oscuro taller de los
carpinteros de Nazaret.
¡Loor, no solamente enhorabuena y aplauso, a los que renovaron esta página
del Evangelio Santo!
Diciembre 16 de 1945
CARLOS TERÁN ZENTENO
A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL RÍO
Porque vives adentro
de este molino,
porque te quiero tanto,
Virgen del Río,
Virgen bendita,
perdona si te llamo
MOLINERITA.
Porque vives adentro
de este molino,
porque te quiero tanto,
Virgen del Río,
Virgen bendita,
perdona si te llamo
MOLINERITA.
¡Ay! ¡Si como otro tiempo
gozar pudiera
de tus Misas de Niño
de Noche Buena!
¡Ay! Madre amante
si a tu lado estuviera,
sólo un instante!
gozar pudiera
de tus Misas de Niño
de Noche Buena!
¡Ay! Madre amante
si a tu lado estuviera,
sólo un instante!
Entonces te daría
mi honda nostalgia,
y en un ramo de flores
te consagrara
mis desventuras,
mi amor y mis ardientes
lágrimas puras.
mi honda nostalgia,
y en un ramo de flores
te consagrara
mis desventuras,
mi amor y mis ardientes
lágrimas puras.
Mas, ¡ay!,
ya tanto tiempo
que en valde vivo
ansiando tan alegres
Misas de Niño
cuando favores
te imploraba yo, en cambio
de humildes flores.
ya tanto tiempo
que en valde vivo
ansiando tan alegres
Misas de Niño
cuando favores
te imploraba yo, en cambio
de humildes flores.
En vano, Madre mía;
porque a mi patria
cada vez la contemplo
a más distancia;
y año tras año
mis lágrimas se mezclan
con pan extraño.
porque a mi patria
cada vez la contemplo
a más distancia;
y año tras año
mis lágrimas se mezclan
con pan extraño.
Porque desde yo niño
te quiero tanto,
porque me tienes lejos
del suelo patrio,
y por él lloro
y, abrumado de penas
mi mal deploro.
te quiero tanto,
porque me tienes lejos
del suelo patrio,
y por él lloro
y, abrumado de penas
mi mal deploro.
Y como donde vives
se muele el trigo,
puñaditos de penas
de aquí te envío,
¡Virgen bendita!,
se pues, de mis dolores
MOLINERITA.
se muele el trigo,
puñaditos de penas
de aquí te envío,
¡Virgen bendita!,
se pues, de mis dolores
MOLINERITA.
Hermosa y sentimental! poesía cantada por el insigne cuencano MIGUEL MORENO
cuando lejos muy lejos del terruño, sentía la nostalgia de su Patria.
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL RÍO
La santísima VIRGEN DEL RÍO ha sido venerada por los cuencanos en una
pequeña capilla situada en en la orilla izquierda del río Tomebamba en los años
de 1929 asentada al pie de la roca donde está la misma ciudad de Cuenca y junto
a los molinos, que por estar junto al río la llamaron VIRGEN DEL RÍO. En épocas
antiguas el río era llamado Julián Matadero en varias ocasiones se ha desviado
su cause inundando las casas que se hallaban junto a la orilla por lo que se
encontraban en inminente peligro que amenazaba a la población por lo que se
acordó en levantar la ermita que fue centro de devoción y de fe del catolicismo
cuencano.
La imagen representa a la Inmaculada, lleva túnica blanca y manto azul,
sembrado de estrellas de oro flotante hacia el lado izquierdo, mira compasiva a
la tierra con sus manos juntas en actitud de oración, con todos sus símbolos que
representa según en las sagradas escrituras. En la actualidad guarda a esta
imagen una moldura dorada de estilo antiguo y el consiguiente vidrio que la
defiende del polvo, todo esto nos lleva a pensar que estamos en frente de una
obra de arte que pertenece a la escuela del gran pintor español el valenciano
Juan de Joanes.
“El padre Martín Alberto devotísimo de la Virgen había recibido de la
misma una insinuación: que pintara una imagen de la Purísima Concepción y que se
pintara tal como era su visión. El Padre explicó a Juan de Joanes, quien la
dibujó pero no era de conformidad del Padre y luego de confesarse y comulgar la
pudo pintar, ya que nuestra Virgen del Río nos recuerda la grandeza del misterio
de la Inmaculada Concepción, esta santa imagen es inmemorial o por lo menos pasa
de un siglo; muestra de ello lo confirma el poeta Don Miguel Moreno cuando fue
expatriado desde las orillas del Rimac (Lima – Perú) en el siglo XIX le consagró
sus versos y suspiros llamándole “Molinerita” por estar el santuario junto a
los molinos. También el ex-presidente Vicente Rocafuerte, el Padre Julio María
Matovelle, Nicanor Aguilar, Alberto Ortega, destacadas figuras de la Poesía
Ecuatoriana le han cantado con embeleso e inspiración celestial.
Sin duda esta joya de arte de la era de la colonia y de incalculable valor
histórico, verdadero monumento de fe y devoción morlaca con que fue venerada por
nuestros antepasados se atribuye a la Venerable Orden de los Padres Franciscanos
por cuanto el lienzo lleva grabado al lado izquierdo el escudo heráldico de tan
honorable Orden de San Francisco.
El 10 de Septiembre de 1920, tan preciosa joya pasa a poder de la Sociedad
“ALIANZA OBRERA DEL AZUAY”, por voluntad expresa de su donante la señora
Virginia Ordóñez Crespo, para que la Virgen Santísima rija los destinos de los
obreros quienes defenderán con dignidad los valores de moral, justicia, paz, y
amor que debe de existir entre los humanos y es en la fecha del 16 de Diciembre
de 1945, que marca la historia del obrerismo azuayo, por su intachable devoción
a la reina “VIRGEN DEL RÍO”.
En la actualidad la imagen de la Santísima Virgen del Río se encuentra en
su capilla situada en el segundo piso del interior del edificio de la Alianza
Obrera del Azuay que se ubica en la calle Honorato Vázquez y Borrero, local en
donde funciona la escuela Ciudad de Cuenca que en los próximos meses se
trasladará a su nuevo local, dejando el edificio de la Alianza que según su
presidente pasará a ser restaurado con el fin de poner en marcha algunos
proyectos de esta institución entre los cuales está el crear un Museo de Arte
Religioso dedicado a la Virgen del Río para que todos los cuencanos y azuayos
conozcan la historia de esta sagrada imagen con el fin de reafirmar y lograr que
se vuelva a retomar la fe en esta advocación mariana.
BIBLIOGRAFIA
– León, José Miguel, y Terán Carlos, A Nuestra Señora del Río Patrona de Alianza Obrera del Azuay, Cuenca, Editorial Gran Colombia, 1965.
=
https://patomiller.wordpress.com/2011/12/19/la-virgen-del-rio/
– León, José Miguel, y Terán Carlos, A Nuestra Señora del Río Patrona de Alianza Obrera del Azuay, Cuenca, Editorial Gran Colombia, 1965.
=
https://patomiller.wordpress.com/2011/12/19/la-virgen-del-rio/
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