martes, 2 de agosto de 2016

Fray Pedro Bedón y Díaz de Pineda, Sacerdote Dominico

Retrato de fray Pedro Bedón a la hora de su muerte
-atrinuido a Tomás del Castillo
 Fray Pedro Bedón y Díaz de Pineda, Pintor Sacerdote Dominico
1556 - Febrero 27, 1621

Según noticias que se tienen, fray Pedro Bedón escribió algunas obras de importancia, pero la mayor parte ellas, lamentablemente ha desaparecido. Entre las que se conservan, es notable una "Vida del Padre Cristóbal Pardavé". Como artista de delicada sensibilidad, el padre Bedón creó obras de inigualable belleza, una de ellas es la "Virgen de Chiquinquirá" que existe en el Monasterio de Santa Clara, en Quito. "Pintor vigoroso y expresivo como lo demuestran sus cuadros murales y su impresionante "Vida del Beato Enrique Susón", así como sus viñetas ejecutadas para los libros cantorales del Convento de Santo Domingo de Quito, fray Pedro Bedón fue llamado por el pueblo el "Padre Pintor".

Sus pinturas adornaron los claustros de San Pedro Mártir, de la Recoleta de Quito y del Rosario de Santa Fe, y se pueden considerar como los primeros frutos del arte indohispánico".

(Jorge Carrera Andrade.- Galería de Místicos y de Insurgentes / oleo por Tomás del Castillo que se guarda en el Convento de Santo Domingo, en Quito)

Entre las obras del padre Bedón se destaca esta "Virgen de la Escalera", oleo sobre muro que se conserva en la iglesia de Santo Domingo.

BEDON, Fray Pedro.- Sacerdote dominico nacido en Quito en el año 1556, hijo de don Pedro Bedón de Agüero y de doña Juana Díaz de Pineda.

Desde muy joven ingresó al Convento Máximo de Santo Domingo, de su ciudad natal, donde cursó estudios hasta que cumplió 21 años de edad. Viajó luego a Lima, Perú, en cuya universidad permaneció ampliando sus conocimientos durante diez años hasta lograr los más altos grados académicos; inmediatamente recibió la ordenación sacerdotal de manos del santo Toribio de Modrovejo e ingresó a la orden de los dominicos donde se convirtió en poco tiempo en una de las personalidades más notables de dicha institución religiosa, en la que se destacó además por sus virtudes cristianas y por su gran ilustración.

Al poco tiempo volvió a la ciudad de Quito donde fue nombrado profesor de Artes, Teología, Filosofía, Gramática Latina y la Lengua del Inca, ciencias en las que lució toda la fuerza de su gran talento y el maravilloso caudal de sus conocimientos.

Fue misionero y maestro de novicios, y fundó en Quito el convento de "Nuestra Señora de la Peña de Francia", conocido posteriormente como la "Recoleta de Santo Domingo". Más tarde se trasladó a Riobamba donde fijó su residencia, y al igual que en Quito fundó también un convento de dominicos.

Se destacó como pintor muralista y decorador, y sus trabajos se conservan aún en el templo de Santo Domingo, en Quito, y en varios de Bogotá y Tunja.

Fue provincial de su orden e intervino con sus pensamientos democráticos durante la Revolución de las Alcabalas.

Los últimos años de su vida los disfrutó en la ciudad de Riobamba, donde murió el 27 de febrero de 1621.
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Enciclopedia del Ecuador.
Histórica * Geográfica * Biográfica
Por: Efrén Avilés Pino.

PINTOR.- Nació en Quito el año de 1.556, hijo legítimo de Pedro Bedón y González de Agüero, natural de Miñón en las montañas vecinas a Medina del Pomar en Castilla. Pasó a Quito, fue minero y Mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, luego ascendió a Mayordomo de la Ciudad, avecindándose finalmente en Riobamba, y de Juana Díaz de Pineda, 15 años menor a su marido, que tuvo nueve hijos, siendo Pedro el mayor de todos.

Muy niño aprendió el quichua con su nodriza y visitó el hábito de dominicano por devoción de su padre muy afecto a esa Orden; pero en 1.566, el recién llegado Obispo de Quito Fray Pedro de la Peña, insinuó que se lo quiten. El niño lloró mucho -porque solamente tenía diez años de edad- pero dice la tradición que dizque se le apareció la Virgen y le aseguró que de todas maneras vestiría el hábito dominicano para siempre. Esta fue una pasada del subconsciente. Finalmente en 1.568 profesó solemnemente.

En 1.570 aprendió latín con los dominicanos y recibió el anhelado hábito de manos de Fray Domingo de Valdés; enseguida estudió el año de noviciado y dio inicio a los cursos de Filosofía y Teología. En 1.577 viajó a Lima con Fray Juan de Aller, prosiguió en su formación y recibió las Sagradas Ordenes de manos del Arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo.

Allí fue Maestro de Novicios en el Convento dominicano y sacó grandes y buenos discípulos. También estudió en sus ratos de ocio el arte de la pintura para el que estaba muy bien dotado desde su más tierna infancia. En 1.586 regresó y de paso por Riobamba visitó a su madre y hermanos, aprovechando la estadía para planear la fundación de un Convento dominicano.

Siguió a Quito y fue recibido con cariño. Fray Rodrigo de Lara le brindó su confianza y entregó la Dirección de estudios en el incipiente Seminario denominado Colegio de San Pedro Mártir. Leyó el curso de Filosofía y enseñó el idioma del Inca tanto "a los aspirantes del clero secular como a los coristas dominicanos". Al mismo tiempo reorganizó la Cofradía del Rosario y la dividió en dos, una para los españoles y otra para los indios (aquí la novedad) a los que preparó en artes y oficios, muy necesarios para el diario sustento: idioma castellano, canto gregoriano, pintura, dibujo y decoración de libros.

Cuando en 1.588 abrió el libro de la Cofradía del Rosario con una viñeta, delató el influjo del arte italiano, más tarde cambió al español. Como provincial dominicano fundó cuatro Conventos: 1)El de la Recolección en Quito 2) El de Ibarra consagrado a Nuestra Señora de la Peña de Francia 3) El de Riobamba y 4) El de Caranqui.

En 1.591 recibió el grado de "Presentado" en razón de sus estudios en Lima. En 1.592 las autoridades trataron de establecer en Quito el cobro de impuestos de las "Alcabalas" y habiendo sido preguntado por el Cabildo si existía el derecho de protestar y oponerse a dicho cobro, Bedón contestó que el Cabildo podía oponerse. Tiempo después fue desterrado a Bogotá por esta causa, y fue el primero en enseñar Teología a religiosos seglares en su Convento del Rosario.

Radicando en Tunja, pintó varios frescos en el refectorio del Convento dominicano, también fundó la Cofradía del Rosario y dio clases a los indios. En 1.594 concurrió al Cabildo ampliado convocado por motivo de la imposición de las Alcabalas en dicha ciudad y escribió una disertación muy mesurada que sirvió para calmar los ánimos del vecindario. ¡Había aprendido su lección!.

En 1.597 estaba nuevamente en Quito. Enseguida visitó las gobernaciones de Popayán y Quijos, esta última en la región Oriental, como delegado provincial dominicano. En 1.598 se quejó ante el Presidente de la Audiencia, Lic. Esteban de Marañón, por la forma que eran tratados los indios. El Presidente le aconsejó que escribiera al Rey haciéndole conocer el caso. Bedón hizo algo mejor, compuso un libro titulado "Modelo de promulgar el Evangelio a los indios de estos reinos e instrucción para administrar los Sacramentos a los naturales de este Nuevo Mundo.” obteniendo la licencia de publicación "por ser libro muy útil y necesario".

El 30 de Abril de ese año se celebró el capítulo de la Orden y Bedón escribió una "Circular" tratando sobre el problema del arte y la enseñanza. En 1.598 obtuvo el grado de "Maestro en Teología" por haberla enseñado en el Colegio de San Pedro Mártir cuatro años y siete meses.

Durante ese capitulo fue tres veces electo para Provincial de la Orden aunque su nombre no figuraba entre los candidatos y otras tantas se excusó, hasta que al fin aceptaron dejarlo en paz.

En 1.600 fundó en Quito la recoleta de "Nuestra Señora de la Peña de Francia" en honor a una imagen muy venerada en la península, escogiendo un sitio apartado para la práctica de la vida austera y contemplativa y decorando sus claustros con escenas de la vida del beato Enrique Susón.

En el descanso de la grada pintó un mural sobre una pared de adobe con la imagen de "Nuestra Señora de la Escalera" donde aparece la Virgen del Rosario y varios santos dominicanos, tema que en la Colonia se repetirá hasta el cansancio. "Dicha Virgen ha sido calificada de obra al óleo de seguro color y sabio empleo de los pigmentos, pintura ingenua pero barroca por la diversidad de los motivos y su ordenamiento y quiteña, por el gusto, por el detalle y el primor que testimonian la túnica y el Manto de la Virgen. También se le atribuyen dos tablas que representan a San Pedro de Verona y a San Nicolás Tolentino donde se apunta el claroscuro y los ritmos barrocos. Ingenuidad en rostros y manos fue la nota distintiva de Bedón; y un "Libro coral de viñetas" de 1.613, iluminando y con su monograma.

Posteriormente se trasladó a Caranqui a fundar otra Recolección y no habiendo acuerdo sobre el sitio preciso, se postergó el acto hasta que el día 7 de septiembre "Víspera de la Natividad de Nuestra Señora" y estando aun oscuro y de madrugada, un español y dos indios vieron venir por un camino a una señora flotando hacia ellos y envuelta en una claridad enorme que provenía de dos blandones y todo el valle se llenó de luz y fue tanta, que se alborotó el ganado y unos perros que lo cuidaban, y despertaron los pastores".

La visión desapareció cuando llegó al lugar escogido por Bedón y de allí en adelante se inició la construcción con las limosnas de numerosos vecinos. Tres mil indios se convirtieron y pidieron el bautismo.

En 1.605 fundó el Convento dominicano de Ibarra. En 1.621 fue electo Provincial de Quito y comenzó a sentirse enfermo. Sus hermanos del Convento, por hacerle bien, le aplicaban numerosos remedios, de donde se agravó el mal que resultó ser "opilación del estómago", según cuentan las crónicas de ese tiempo.

Su amigo el Regidor Melchor de Villegas lo llevó a su casa y le tuvo en gran cuidado y con asistencia de varios médicos, pero el mal progresó y hallábase tan flaco que apenas podía moverse de la cama. El día 26 de Febrero, víspera de su fallecimiento, aun tuvo fuerzas para levantarse y decir misa en el Oratorio de su protector, no pudiendo concluirla porque al llegar al último Evangelio casi se desmayó y nuevamente fue conducido a la cama. Entonces llamó a sus compañeros y les pidió que lo trasladen al Convento, muriendo "en olor de santidad" el 27, no sin antes declarar que había "conservado la preciosísima joya de la virginidad".

El Sepelio fue tan concurrido que el Presidente y el Obispo no pudieron entrar por la puerta principal, haciéndolo por otra más pequeña. El gentío quería cortar los hábitos del difunto, disputábanse hasta los más pequeños pedazos de tela, tomándolos por reliquias.

El cadáver fue sepultado en el suelo de la Capilla Mayor al lado del Evangelio, entre clamores y vocerío del pueblo que lo tenia por Santo.

La historia ecuatoriana ha recogido su nombre por ser el más antiguo pintor nacional y el primer profesor de ese arte. Su retrato al óleo se conserva en el Convento dominicano de Quito. "Era muy integro, de costumbres austeras y de exterior edificante. Andaba siempre lleno de modestia; con la capilla calada y los ojos bajos, por lo cual, su autoridad para con el pueblo, era inmensa".

Su biografía ha sido escrita por el Padre José María Vargas, O.P,- Hernán Rodríguez Castelo ha opinado que fue de los primeros criollos que se afirmó frente a los peninsulares, lo mismo en la Cátedra que en la discusión teológica y en el gobierno de su orden. Amó hacer fundaciones y decorarlos con lienzos y paredes pintadas de su propia mano.
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Biografía tomado del:
Dr. Rodolfo Pérez Pimentel
Tomo # 1,

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