Retrato de fray Pedro Bedón a la hora de su muerte -atrinuido a Tomás del Castillo |
1556 - Febrero 27, 1621
Según noticias que se tienen, fray
Pedro Bedón escribió algunas obras de importancia, pero la mayor parte ellas,
lamentablemente ha desaparecido. Entre las que se conservan, es notable una
"Vida del Padre Cristóbal Pardavé". Como artista de delicada sensibilidad, el
padre Bedón creó obras de inigualable belleza, una de ellas es la "Virgen de
Chiquinquirá" que existe en el Monasterio de Santa Clara, en Quito. "Pintor
vigoroso y expresivo como lo demuestran sus cuadros murales y su impresionante
"Vida del Beato Enrique Susón", así como sus viñetas ejecutadas para los libros
cantorales del Convento de Santo Domingo de Quito, fray Pedro Bedón fue llamado
por el pueblo el "Padre Pintor".
Sus pinturas adornaron los claustros de San
Pedro Mártir, de la Recoleta de Quito y del Rosario de Santa Fe, y se pueden
considerar como los primeros frutos del arte indohispánico".
(Jorge Carrera Andrade.- Galería de
Místicos y de Insurgentes / oleo por Tomás del Castillo que se guarda en el
Convento de Santo Domingo, en Quito)
Entre las obras
del padre Bedón se destaca esta "Virgen de la Escalera", oleo sobre muro que se
conserva en la iglesia de Santo Domingo.
BEDON, Fray Pedro.- Sacerdote dominico
nacido en Quito en el año 1556, hijo de don Pedro Bedón de Agüero y de doña
Juana Díaz de Pineda.
Desde muy joven ingresó al Convento
Máximo de Santo Domingo, de su ciudad natal, donde cursó estudios hasta que
cumplió 21 años de edad. Viajó luego a Lima, Perú, en cuya universidad
permaneció ampliando sus conocimientos durante diez años hasta lograr los más
altos grados académicos; inmediatamente recibió la ordenación sacerdotal de
manos del santo Toribio de Modrovejo e ingresó a la orden de los dominicos donde
se convirtió en poco tiempo en una de las personalidades más notables de dicha
institución religiosa, en la que se destacó además por sus virtudes cristianas y
por su gran ilustración.
Al poco tiempo volvió a la ciudad de
Quito donde fue nombrado profesor de Artes, Teología, Filosofía, Gramática
Latina y la Lengua del Inca, ciencias en las que lució toda la fuerza de su gran
talento y el maravilloso caudal de sus conocimientos.
Fue misionero y maestro de novicios, y
fundó en Quito el convento de "Nuestra Señora de la Peña de Francia", conocido
posteriormente como la "Recoleta de Santo Domingo". Más tarde se trasladó a
Riobamba donde fijó su residencia, y al igual que en Quito fundó también un
convento de dominicos.
Se destacó como pintor muralista y
decorador, y sus trabajos se conservan aún en el templo de Santo Domingo, en
Quito, y en varios de Bogotá y Tunja.
Fue provincial de su orden e intervino
con sus pensamientos democráticos durante la Revolución de las
Alcabalas.
Los últimos años de su vida los
disfrutó en la ciudad de Riobamba, donde murió el 27 de febrero de
1621.
=
Enciclopedia del Ecuador.
Histórica * Geográfica *
Biográfica
Por: Efrén Avilés Pino.
PINTOR.- Nació en Quito el año de
1.556, hijo legítimo de Pedro Bedón y González de Agüero, natural de Miñón en
las montañas vecinas a Medina del Pomar en Castilla. Pasó a Quito, fue minero y
Mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, luego ascendió a
Mayordomo de la Ciudad, avecindándose finalmente en Riobamba, y de Juana Díaz de
Pineda, 15 años menor a su marido, que tuvo nueve hijos, siendo Pedro el mayor
de todos.
Muy niño aprendió el quichua con su
nodriza y visitó el hábito de dominicano por devoción de su padre muy afecto a
esa Orden; pero en 1.566, el recién llegado Obispo de Quito Fray Pedro de la
Peña, insinuó que se lo quiten. El niño lloró mucho -porque solamente tenía diez
años de edad- pero dice la tradición que dizque se le apareció la Virgen y le
aseguró que de todas maneras vestiría el hábito dominicano para siempre. Esta
fue una pasada del subconsciente. Finalmente en 1.568 profesó
solemnemente.
En 1.570 aprendió latín con los
dominicanos y recibió el anhelado hábito de manos de Fray Domingo de Valdés;
enseguida estudió el año de noviciado y dio inicio a los cursos de Filosofía y
Teología. En 1.577 viajó a Lima con Fray Juan de Aller, prosiguió en su
formación y recibió las Sagradas Ordenes de manos del Arzobispo de Lima, Toribio
de Mogrovejo.
Allí fue Maestro de Novicios en el
Convento dominicano y sacó grandes y buenos discípulos. También estudió en sus
ratos de ocio el arte de la pintura para el que estaba muy bien dotado desde su
más tierna infancia. En 1.586 regresó y de paso por Riobamba visitó a su madre y
hermanos, aprovechando la estadía para planear la fundación de un Convento
dominicano.
Siguió a Quito y fue recibido con cariño. Fray Rodrigo de Lara le
brindó su confianza y entregó la Dirección de estudios en el incipiente
Seminario denominado Colegio de San Pedro Mártir. Leyó el curso de Filosofía y
enseñó el idioma del Inca tanto "a los aspirantes del clero secular como a los
coristas dominicanos". Al mismo tiempo reorganizó la Cofradía del Rosario y la
dividió en dos, una para los españoles y otra para los indios (aquí la novedad)
a los que preparó en artes y oficios, muy necesarios para el diario sustento:
idioma castellano, canto gregoriano, pintura, dibujo y decoración de
libros.
Cuando en 1.588 abrió el libro de la
Cofradía del Rosario con una viñeta, delató el influjo del arte italiano, más
tarde cambió al español. Como provincial dominicano fundó cuatro Conventos: 1)El
de la Recolección en Quito 2) El de Ibarra consagrado a Nuestra Señora de la
Peña de Francia 3) El de Riobamba y 4) El de Caranqui.
En 1.591 recibió el grado de
"Presentado" en razón de sus estudios en Lima. En 1.592 las autoridades trataron
de establecer en Quito el cobro de impuestos de las "Alcabalas" y habiendo sido
preguntado por el Cabildo si existía el derecho de protestar y oponerse a dicho
cobro, Bedón contestó que el Cabildo podía oponerse. Tiempo después fue
desterrado a Bogotá por esta causa, y fue el primero en enseñar Teología a
religiosos seglares en su Convento del Rosario.
Radicando en Tunja, pintó varios
frescos en el refectorio del Convento dominicano, también fundó la Cofradía del
Rosario y dio clases a los indios. En 1.594 concurrió al Cabildo ampliado
convocado por motivo de la imposición de las Alcabalas en dicha ciudad y
escribió una disertación muy mesurada que sirvió para calmar los ánimos del
vecindario. ¡Había aprendido su lección!.
En 1.597 estaba nuevamente en Quito.
Enseguida visitó las gobernaciones de Popayán y Quijos, esta última en la región
Oriental, como delegado provincial dominicano. En 1.598 se quejó ante el
Presidente de la Audiencia, Lic. Esteban de Marañón, por la forma que eran
tratados los indios. El Presidente le aconsejó que escribiera al Rey haciéndole
conocer el caso. Bedón hizo algo mejor, compuso un libro titulado "Modelo de
promulgar el Evangelio a los indios de estos reinos e instrucción para
administrar los Sacramentos a los naturales de este Nuevo Mundo.” obteniendo la
licencia de publicación "por ser libro muy útil y necesario".
El 30 de Abril de ese año se celebró el
capítulo de la Orden y Bedón escribió una "Circular" tratando sobre el problema
del arte y la enseñanza. En 1.598 obtuvo el grado de "Maestro en Teología" por
haberla enseñado en el Colegio de San Pedro Mártir cuatro años y siete
meses.
Durante ese capitulo fue tres veces
electo para Provincial de la Orden aunque su nombre no figuraba entre los
candidatos y otras tantas se excusó, hasta que al fin aceptaron dejarlo en
paz.
En 1.600 fundó en Quito la recoleta de
"Nuestra Señora de la Peña de Francia" en honor a una imagen muy venerada en la
península, escogiendo un sitio apartado para la práctica de la vida austera y
contemplativa y decorando sus claustros con escenas de la vida del beato Enrique
Susón.
En el descanso de la grada pintó un
mural sobre una pared de adobe con la imagen de "Nuestra Señora de la Escalera"
donde aparece la Virgen del Rosario y varios santos dominicanos, tema que en la
Colonia se repetirá hasta el cansancio. "Dicha Virgen ha sido calificada de obra
al óleo de seguro color y sabio empleo de los pigmentos, pintura ingenua pero
barroca por la diversidad de los motivos y su ordenamiento y quiteña, por el
gusto, por el detalle y el primor que testimonian la túnica y el Manto de la
Virgen. También se le atribuyen dos tablas que representan a San Pedro de Verona
y a San Nicolás Tolentino donde se apunta el claroscuro y los ritmos barrocos.
Ingenuidad en rostros y manos fue la nota distintiva de Bedón; y un "Libro coral
de viñetas" de 1.613, iluminando y con su monograma.
Posteriormente se trasladó a Caranqui a
fundar otra Recolección y no habiendo acuerdo sobre el sitio preciso, se
postergó el acto hasta que el día 7 de septiembre "Víspera de la Natividad de
Nuestra Señora" y estando aun oscuro y de madrugada, un español y dos indios
vieron venir por un camino a una señora flotando hacia ellos y envuelta en una
claridad enorme que provenía de dos blandones y todo el valle se llenó de luz y
fue tanta, que se alborotó el ganado y unos perros que lo cuidaban, y
despertaron los pastores".
La visión desapareció cuando llegó al
lugar escogido por Bedón y de allí en adelante se inició la construcción con las
limosnas de numerosos vecinos. Tres mil indios se convirtieron y pidieron el
bautismo.
En 1.605 fundó el Convento dominicano
de Ibarra. En 1.621 fue electo Provincial de Quito y comenzó a sentirse enfermo.
Sus hermanos del Convento, por hacerle bien, le aplicaban numerosos remedios, de
donde se agravó el mal que resultó ser "opilación del estómago", según cuentan
las crónicas de ese tiempo.
Su amigo el Regidor Melchor de Villegas
lo llevó a su casa y le tuvo en gran cuidado y con asistencia de varios médicos,
pero el mal progresó y hallábase tan flaco que apenas podía moverse de la cama.
El día 26 de Febrero, víspera de su fallecimiento, aun tuvo fuerzas para
levantarse y decir misa en el Oratorio de su protector, no pudiendo concluirla
porque al llegar al último Evangelio casi se desmayó y nuevamente fue conducido
a la cama. Entonces llamó a sus compañeros y les pidió que lo trasladen al
Convento, muriendo "en olor de santidad" el 27, no sin antes declarar que había
"conservado la preciosísima joya de la virginidad".
El Sepelio fue tan concurrido que el
Presidente y el Obispo no pudieron entrar por la puerta principal, haciéndolo
por otra más pequeña. El gentío quería cortar los hábitos del difunto,
disputábanse hasta los más pequeños pedazos de tela, tomándolos por
reliquias.
El cadáver fue sepultado en el suelo de
la Capilla Mayor al lado del Evangelio, entre clamores y vocerío del pueblo que
lo tenia por Santo.
La historia ecuatoriana ha recogido su
nombre por ser el más antiguo pintor nacional y el primer profesor de ese arte.
Su retrato al óleo se conserva en el Convento dominicano de Quito. "Era muy
integro, de costumbres austeras y de exterior edificante. Andaba siempre lleno
de modestia; con la capilla calada y los ojos bajos, por lo cual, su autoridad
para con el pueblo, era inmensa".
Su biografía ha sido escrita por el
Padre José María Vargas, O.P,- Hernán Rodríguez Castelo ha opinado que fue de
los primeros criollos que se afirmó frente a los peninsulares, lo mismo en la
Cátedra que en la discusión teológica y en el gobierno de su orden. Amó hacer
fundaciones y decorarlos con lienzos y paredes pintadas de su propia
mano.
=
Biografía tomado del:
Dr. Rodolfo Pérez Pimentel
Tomo # 1,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario