NOVENA A SANTA MARIANA DE JESÚS PAREDES Y FLORES
De pie, delante de la imagen
de Santa Mariana de Jesús deParedes y Flores, levantaré por algunos momentos mi
vista alcielo, imaginando que veo su purísima alma bañada de loscelestiales
resplandores que refleja en ella el cordero de Dios,y luego me persignaré y
con todo el fervor posible haré elsiguiente acto de contrición.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, crucificado por mi amor, que no
quieresla muerte del pecador sino que se convierta a ti y
viva laverdadera vida de gracia; ten misericordia y perdóname por tusagrado
corazón, manantial de bondad y mansedumbre, lasinnumerables culpas que he
cometido hasta el presente; queyo las detesto de corazón, todas en general, cada
una de ellasen particular, y proponga, auxiliado por tu divina gracia,
antesmorir que pecar. AMÉN.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dulcísimo Jesús mío, que, como nos apacentas entre las azucenas, pusiste
los ojos desde la eternidad en la fragantísima azucena de Quito, y luego de que
le diste el ser, lapreviniste con todas las bendiciones de dulzura que sueles
derramar sobre las almas en las que has de poner tu trono. Heme aquí postrado
entre las sagradas aras, implorando tu divina misericordia por los méritos de tu
fiel sierva y amantísimaesposa Mariana. Dame Señor, que por la perfecta
imitación de sus heroicas virtudes, sea yo buen olor tuyo en todo lugar, paraque
en todas partes sea glorificado por mi tu santo nombre. AMÉN.
(Se hace la oración del dia y luego, Rezar 3 padrenuestros, 3ave marías y
un gloria)
DIA PRIMERO
Bienaventurada Mariana de Jesús, que apreciando justamente el don
inestimable de la Fe que recibiste en el santo bautismo. No solo procuraste
acrecentarla en ti desde la infancia, instruyéndote con solidez en sus divinos
misterios y verdades, y conformando todas tus obras con las creencias católicas,
sinoque, con un aliento muy superior a tu sexo, intestaste a los diez años
salir de tu casa, con otras niñas, a darte a conocer a los infieles, y derramar
hasta la última gota de sangre en demanda; intercede por mí en este día con tu
celestial esposo, cuya mayor gloria anhelaste toda la vida, y alcanzándome de su
divina clemencia que avive tanto mi Fe, que no me avergüence de confesarla de
palabra y por obra, ni tema, comoel mismo Señor que me enseña, a los que matan
el cuerpo, mas no pueden matar el alma, sino a Dios, que pueden arrojarme en
cuerpo y alma al infierno; para que no rehusando perder por el la vida temporal,
logre alcanzar la vida eterna. AMÉN
DÍA SEGUNDO
Bienaventurada Mariana de Jesús, que confiada en la suma bondad y poder
infinito de tu divino Esposo, jamás desmayaste en los contratiempos y disgustos
de tu vida, ni en las enfermedades, corporales y tribulaciones del espíritu, ni
en las contradicciones de los hombres, antes bien, esperando contra toda
esperanza, arrastraste animosa todas las dificultades de lavida perfecta en
siglo y en el seno mismo de tu familia, apoyada en el poderoso brazo de Jesús,
que te confortaba; alcánzame, amadísima santa mía, de su Divina Majestad,
copiosa gracia para llenar de tal modo los deberes de mi estado, que viniendo en
el mundo no sea del mundo, sino de mi redentor Jesucristo. AMÉN.
DÍA TERCERO
Bienaventurada Mariana de Jesús, cuyas obras
palabras ypensamientos, desde el libre uso de la razón, hasta tu
últimoaliento, fueron animados de la caridad de Dios, que el EspírituSanto
derrama en nuestros corazones, y que rebosó tanto en eltuyo que inflamabas
en el amor divino con tus discursos yejemplos a cuantos
tratabas o hablabas, ruega fervorosavirgen, en este día, a
tu amantísimo y amadísimo esposoJesucristo, que arroje en mi helado
corazón, aquel sagradofuego que vino a prender en la tierra, deseoso de que
ardieratoda en tu amor, para que mis potencias y sentidos se ocupensolamente en
servirle y amarle durante esta vida, para mereceramarle y gozarle después por
todos los siglos. AMÉN.
DÍA CUARTO
Bienaventurada Mariana de Jesús, que le diste a Dios el honory culto
que le debemos como nuestro Creador y Redentor,manifestando en la
modestia y compostura exterior, con queasistías diariamente a Misa y en la
profunda humildad con querecibías el pan de los ángeles, que
estabas firmementepersuadida de la infinita Majestad y grandeza de Dios, y de
lapequeñez y bajeza del hombre, admitido por la
divinamisericordia a tan sacrosantos misterios: Impétrame de
tuamado y amante Esposo la virtud de la religión, para que en eltemplo y en
mi casa, y en todo lugar y tiempo, te alabe yglorifique, como debo
hacerlo, con el corazón y con los labios. y te adore en espíritu y verdad,
como conviene a adorarle.AMÉN.
DÍA QUINTO
Bienaventurada Mariana de Jesús, que no fuiste menos dócil y puntual en
poner prácticas las lecciones que te dieron sucesivamente tus directores sobre
la oración, que en seguir la inspiración del Espíritu Santo, que desde los
primeros años te condujo a la soledad y retiro para hablarte allí al corazón:
alcánzame santa mía, de tu divino esposo Jesús, la misma humildad y docilidad,
para que practicando fielmente los consejos y avisos de mi padre espiritual,
viva ajeno de ilusiones, y llegue por fin al grado de oración en que me quiere
su divina Majestad. AMÉN.
DÍA SEXTO
Bienaventurada Mariana de Jesús, que desde tu mismo nacimiento empezaste
por divina inspiración los ayunos, que después aumentaste e hiciste más
rigorosos en el discurso de tu vida, juntando con ellos la mortificación de los
sentidos, y cubriéndote de pies a cabeza de asperísimos cilicios para que
ninguno de tus inocentes miembros descansara hasta el sepulcro: Meréceme, Santa
Mía por tu asombrosas penitencias la gracia de traer siempre en mi cuerpo la
mortificación de tu amadísimo esposo Jesús , para que manifestándose en mi
cuerpo la vida pasible de Jesús, sea glorificado con el mismo Jesús por los
siglos de los siglos. AMÉN
DÍA SEPTIMO
Bienaventurada Mariana de Jesús, que no logrando consagrando enteramente a
Dios en el claustro, como anhelabas, hiciste dentro de las paredes domésticas
vida religiosa, guardando allí con la mayor escrupulosidad y perfección los tres
votos que la constituyen, de pobreza, castidad y obediencia, con que por divina
inspiración quisiste ligarte perpetuamente: suplica, virgen candorosa, a tu
dulcísimo esposo Jesús, que por entrega total de ti misma y de todos tus vienes
le hiciste en la primavera de tu vida, y por la fidelidad con que guardaste tus
santos votos hasta la muerte, me otorgue la gracia que necesito para servirle
con la perfección propia del estado en que ha puesto su divina providencia.
AMÉN.
DÍA OCTAVO
Bienaventurada Mariana de Jesús, devotísima y relajadísima hija
de la Santísima Virgen, a quien veneraste y obsequiaste como madre de Dios y de
los hombres, celebrando de mil modos sus inefables misterios, y tomándola desde
la infancia por modelo y dechado de todas tus acciones: alcánzame de nuestro
Señor Jesucristo la cordialísima devoción que profesaste constantemente a su
Madre Santísima, y en especial que la honre, venere y ame en el ministerio de su
concepción inmaculada, declarado ya de fe, como la obsequiabas, reverenciabas y
amabas tú por siglos antes de tu definición dogmática. AMÉN.
DÍA NOVENO
Bienaventurada Mariana de Jesús, candidísima y fragantísima azucena de la
ciudad de Quito, que a los singulares y heroicos ejemplos que nos diste en el
cortísimo espacio de veintiséis años que duró tu preciosa existencia, y que
hemos consideradoen el discurso de esta Novena, con igual admiración que
confusión nuestra, añadiste el de la mayor caridad que puede tenerse, de dar tu
propia vida por tus amigos, los habitantes de Quito, afligidos sobremanera por
los terribles azotes de la pestey terremotos: alcánzanos de tu divino Esposo que
no nos castigue más con semejantes plagas, y que después de practicar en salud
todo género de virtudes, muramos todos abrasados de la doble caridad de Dios y
del prójimo, merecer estar a tu lado en el paraíso celestial. AMÉN.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario